Disfrutar del sexo, saltar, correr, estornudar, partirse de la risa, jugar a pádel, nadar, hacer CrossFit. Son cosas que hacías sin miedo, de manera natural.
Y ahora lo haces con temor.
Temor a la “gotita”, temor al dolor, temor a la “molestia”. Y el temor paraliza.
Quizás, incluso lo has dejado de hacer o lo haces con menos frecuencia e intensidad (sí, también estamos hablando del sexo).
En definitiva. No estás disfrutando como te gustaría ni estás siendo la mujer que te gustaría ser.
Si esto te resuena atiende porque quizás, lo que tenemos que contarte te interesa.
Venga, vamos a poner las cartas encima de la mesa.
Hay cosas que no puedes evitar. Por mucho que quieras y que te empeñes. Por ejemplo. El paso del tiempo. Cumples años y tu cuerpo y tus hormonas cambian. Esto es inevitable. No hay negociación posible con la naturaleza. Nadie se escapa del ciclo de la vida.
Aun así, hay otras cosas que sí puedes cambiar. Aspectos donde si puedes incidir para mejorar tu bienestar y volver a disfrutar de tu estupenda vida. Aunque cumplas años.
Ahora te contamos la manera de hacerlo, pero antes déjanos que nos presentemos. Porque somos tres. No una. Tres.